La princesa Olga
- Cuento para entender el divorcio de los padres.
- 22 jul 2015
- 2 Min. de lectura

Érase una vez una princesa llamada Olga, vivía en el reino de "Córdoba", un lugar dónde se hacían unos churros riquísimos, el mejor lugar del mundo. A Olga le encantaban los churros,..ummhhh!!! Era su afición: Comer churros con chocolate!!!! Sus papás, el rey Isidro y la reina Estefanía, vivían en un lindo castillo, con un pequeño jardín, un parque, piscina, un colegio...había de todo. Y lo más importante, había muchos amiguit@s para pasárselo bien. Olga era muy feliz. Pero estaba pasando algo que Olga desconocía,...en el corazón del rey y la reina había crecido la tristeza y la infelicidad, ...cada vez que estaban juntos discutían y se mosqueaban, y se sentían aún más tristes. Un reconocido médico había visitado el palacio, y les había diagnosticado: "Incompatibilidad de caracteres", esto quiere decir, que el rey y la reina son justo lo contrario, a uno le gusta el blanco y a otro el negro, nunca van a estar de acuerdo. Y si siguen juntos pues tendrán cada vez más tristeza producida por la frustración, y cada vez tendrán menos ganas de hacer cosas juntos...La frustración, ¿qué era eso? pensó Olga, suena a fruta....ummmhhh.....Pues, la frustración es cuando intentas hacer algo con muchas ganas, y con la esperanza de que salga bien...y no sale, nunca sale bien, ni siquiera regular....sale mal. Entonces te sientes mal... aaaaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!Es un sentimiento parecido a " no puedo más, me faltan las fuerzas, no tengo ganas de volver a intentarlo" cuando se te han roto 6 castillos de arena seguidos....lo entiendes? Olga estaba preocupada, ella quería hacer mil y una actividad con su papá y su mamá, ahora ¿qué pasaría? Si ella quería ir al campo con los dos, a la feria con los dos...empezó a sentirse triste.... El rey y la reina empezaron a pensar en una solución, ellos no querían ver a Olga triste...la tristeza no la dejaría aprender, colorear, jugar,...no podían dejar que la tristeza invadiera el corazón de Olga. Entonces, decidieron construir dos castillos...: El castillo del rey Isidro...y el castillo de la reina Estefanía estaban unidos por unas escaleras mágicas, que permitían a Olga ir de un castillo a otro. Era superdivertido, cada castillo era de un color...el castillo de papá era azul, como el mar, como la túnica de los nazarenos de su Virgen,... dentro había un sinfín de cositas que le gustaban a Olga, (y aquí Olga va diciendo todas las cosas que hace con su papá..)tenía una pinta superdivertida.....El castillo de mamá era de muchos colores, porque no sabía cual escoger, le gustaban todos...así que cada habitación la pintó de un color..y en ellas, hacían..........(Olga enumura cosas que hace con mamá...).Los dos castillo tenían algo en común, que a Olga le encantaban, había mucho amor en ellos, se divertía muchísimo...aprendía y jugaba a diario, unas veces en uno, otras veces en otro. Se sentía una niña afortunada, ...tenía dos casas, con lo cual tenía dos cuartos,...a veces había fiestas o cumpleaños en el castillo de Mamá,...y otras veces eran el castillo de Papá,..siempre magníficas! Nada había cambiado, Olga podía seguir haciendo mil y una cosa con papá y mamá...y ellos cada vez estaban más felices..y todos los días comían perdices...ay no!!, comían muchos churros,...y más churros con chocolate!!!!
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