Mujeres que aman demasiado
fragmento
1.-Típicamente, usted proviene de un hogar disfuncional que no satisfizo
sus necesidades emocionales.
Tal vez la mejor manera de enfocarla comprensión de esta
característica sea comenzar por la segunda mitad de la frase:"...no
satisfizo sus necesidades emocionales". Por necesidades emocionales no
entendemos únicamente las necesidades de amor y atención. Si bien
ese aspecto es muy importante, más crítico resulta aún es el hecho de
que sus percepciones y sentimientos hayan sido, en su mayor parte,
ignorados o negados en lugar de aceptados y valorados.-Un ejemplo:
Los padres están peleando. La hija tiene miedo. La hija pregunta a la
madre:"Porque estas enojada con papá?. La madre le responde: "No
estoy enojada", pero se ve furiosa y perturbada. Ahora la hija se siente
confundida, más temerosa y dice:"yo te oí gritar". La madre responde,
enfadada. "Te dije que no esto
![](https://static.wixstatic.com/media/e79761_e962656455224d978b991f39fa621431~mv2.jpg/v1/fill/w_599,h_474,al_c,q_80,enc_auto/e79761_e962656455224d978b991f39fa621431~mv2.jpg)
y enojada, pero lo estaré si insistes con
esto!". Ahora la hija siente miedo, confusión, culpa y enojo. Su madre ha
implicado que sus percepciones no son correctas, pero si eso es verdad,
de donde provienen esos sentimientos de miedo? Ahora la niña debe
elegir entre saber que tiene razón y que su madre le ha mentido
deliberadamente, o pensar que se equivoca en lo que oye, ve y siente.
A menudo se conforma con la confusión y deja de expresar sus
percepciones para no tener que experimentar la aflicción de que se las
invaliden.
Eso deteriora la capacidad de una niña de confiar en si misma y en sus
percepciones, tanto en la niñez como en la edad adulta,
especialmente en las relaciones cercanas.
La necesidad de afecto también puede ser negada o satisfecha en
forma insuficiente. Cuando los padres están peleando o atrapados en
otro tipo de luchas, es probable que quede poco tiempo y atención
para los hijos. Eso hace que la niña sienta hambre de amor y, al mismo
tiempo, no sepa como confiarlo o aceptarlo y se sienta in merecedora
de el.
Ahora bien, en cuanta a la primera parte de la característica- provenir
de un hogar disfuncional- los hogares disfuncionales son aquellos en que
se dan uno o más de los rasgos siguientes:
• Abuso de alcohol y/o drogas(prescriptas o ilegales)
• Conductas compulsivas como, por ejemplo, una forma
compulsiva de comer, trabajar, limpiar, jugar, gastar, hacer dieta,
hacer gimnasia, etc, estás practicas son conductas adictivas,
además de procesos de enfermedad progresivos. Entre muchos
de sus efectos, alteran y evitan el contacto sincero y la intimidad
en una familia.
• Maltrato del cónyuge y/o los hijos
• Conducta sexual inapropiada por parte de unos de los
progenitores para con un hijo o hija, desde seducción hasta el
incesto.
• Discusiones o tensión constante.
• Lapsos prolongados en que los padres rehúsan a hablarse.
• Padres que tienen actitudes o principios opuestos o que exhiben
conductas contradictorias que compiten por la lealtad de los
hijos.
• Padres que compiten entre si o con los hijos.
• Uno de los progenitores no puede relacionarse con los demás
miembros de la familia y por eso les evita activamente, al tiempo
que les culpa por esa efusividad.
• Rigidez extrema con respecto al dinero, religión, trabajo, el uso del
tiempo, las demostraciones de afecto, el sexo, la televisión, el
trabajo de la casa, los deportes, la política, etc. Una obsesión por
alguno de estos temas puede impedir el contacto y la intimidad,
porque el énfasis no se coloca en relacionarse sino en acatar
reglas.
Si uno de los progenitores exhibe alguno de estos tipos de conducta u
obsesiones, resulta perjudicial para el hijo.
Si ambos padres están atrapados en alguna de esas prácticas
nocivas, los resultados pueden ser más perjudiciales aún. A menudo los
padres practican tipos de patologías complementarios. Por ejemplo,
una persona alcohólica a menudo se casa con otra que come
compulsivamente, y entonces cada uno lucha por controlar la adicción
del otro. Con frecuencia, los padres también se equilibran mutuamente
en formas dañinas, cuando una madre abrumadora y sobre protectora
está casada con un padre irascible que tiende al rechazo, en realidad
las actitudes y la conducta de cada uno de ellos inducen al otro a
continuar relacionándose con los hijos en forma destructiva.
Las familias disfuncionales presentan muchos estilos y variedades,
pero todas comparten un mismo efecto sobre los hijos que crecen en
ellas: esos hijos sufren cierto grado de daño en su capacidad de sentir y
relacionarse.
2.-Habiendo recibido poco afecto, usted trata de compensar
indirectamente esa necesidad insatisfecha proporcionando afecto,
especialmente a hombres que aparecen, de alguna
manera necesitados.
Piense en como se comportan las criaturas, especialmente las
niñas, cuando les falta amor y la atención que quieren y necesitan.
Mientras que un varón puede enfadarse y reaccionar con una
conducta destructiva y pelear, en una niña es más frecuente que
desvíe su atención hacia una muñeca preferida. La acuna y la mima; al
identificarse con ella en algún nivel, esa niñita esta haciendo un
esfuerzo indirecto para recibir el afecto y la atención que necesita. Al
llegar a adultas, las mujeres que aman demasiado hacen algo muy
similar, solo que tal vez en forma ligeramente más sutil. En general nos
convertimos en personas que proporcionamos afecto en la mayoría de
las áreas de nuestra vida, si no en todas.
Las mujeres que provienen de hogares disfuncionales (y
especialmente, las que provienen de hogares de alcohólicos)se
encuentran en gran cantidad en las profesiones asistenciales,
trabajando como enfermeras, consejeras, terapeutas y asistentes
sociales. Nos vemos atraídos hacia los necesitados, nos identificamos
con compasión con su dolor y tratamos de aliviarlos para poder
disminuir el nuestro. El hecho de que los hombres que más nos atraen
sean aquellos que parecen más necesitados tiene sentido si
entendemos que la raíz de esa atracción es nuestro propio deseo de ser
amadas.
Un hombre que nos atraiga no necesariamente tiene que estar en
banca rota o tener mala salud. Quizá sea incapaz de relacionarse bien
con los demás, o puede ser frío y desenamorado, obstinado o egoísta,
malhumorado o melancólico. Tal vez sea un poco rebelde o
irresponsable, o incapaz de comprometerse o de ser fiel. O quizá nos
diga que nunca ha podido amar a nadie. Según nuestros propios
antecedentes, responderemos a distintas variedades de necesidad.
Pero sin duda responderemos, con la convicción de que ese hombre
necesita nuestra ayuda, nuestra compasión y nuestra sabiduría para
mejorar su vida.
3.- Debido a que usted nunca pudo convertir a su(s) progenitor(s) en los
seres atentos y cariñosos que usted ansiaba, reacciona profundamente
ante la clase de hombres inaccesibles a quien puede volver a intentar
cambiar, por medio de su amor.
Quizá su lucha haya sido con uno solo de sus padres, quizá con ambos.
Pero lo que haya estado mal, haya faltado o haya sido doloroso en el
pasado es lo que usted esta tratando de corregir en el presente.
Ahora comienza a ser evidente que ocurre algo muy nocivo y frustrante.
Sería bueno que trasladáramos toda nuestra compasión, nuestro apoyo
y comprensión a relaciones con hombres sanos, hombres con quienes
hubiera alguna esperanza de satisfacer nuestras propias necesidades.
Pero no nos atraen los hombres sanos que podrían darnos lo que
necesitamos. Nos parecen aburridos. Nos atraen los hombres que
reproducen la lucha que soportamos con nuestros padres, cuando
tratábamos de ser lo suficientemente dignas, útiles, buenas, cariñosas e
inteligentes para ganarnos su amor, la atención y la aprobación de
aquellos que no podían darnos lo que necesitábamos debido a sus
propios problemas y preocupaciones. Ahora funcionamos como si el
amor, la atención y la aprobación no tuvieran importancia a menos que
tratáramos de obtenerlo de un hombre que también es incapaz de
dárnoslo, debido a sus propios problemas y preocupaciones.
4.- Como la aterra la idea de que la abandonen, hace cualquier cosa
para evitar que una relación se disuelva.
"Abandono" es una palabra muy fuerte, implica ser dejadas,
posiblemente morir, porque quizá no podamos sobrevivir solas. Hay
abandono literal y abandono emocional. Todas las mujeres que aman
demasiado han experimentado por lo menos un profundo abandono
emocional con todo el vacío y el terror que eso implica. Como adultas,
el hecho de ser abandonas por un hombre que representa en tantos
aspectos a aquellas personas que nos abandonaron primero, hace
aflorar una vez más ese terror. Claro que haríamos cualquier cosas por
evitar sentir eso otra vez. Esto nos lleva a la siguiente característica.
5.- Casi ninguna cosa es demasiado problemática, o tarde demasiado
tiempo o es demasiado costosa si "ayuda" al hombre con quien usted
esta involucrada.-
La teoría que subyace a toda esa ayuda, si da resultado, el hombre se
convertirá en todo lo que usted necesita que sea, lo cual significa que
usted ganará esa lucha para obtener lo que ha deseado durante tanto
tiempo.
Por eso, mientras que a menudo somos frugales e incluso austeras para
con nosotras mismas, llegaremos a cualquier extremo para ayudarlo a
él. Alguno de nuestros esfuerzos por él incluyen los siguientes:
• Comprarle ropa para mejorar la imagen que tiene de si mismo.
• Encontrarle terapeuta y rogarle que vaya a verlo.
• Financiar hobbies costoso para ayudarlo a aprovechar mejor su
tiempo
• Soportar perturbadoras reubicaciones geográficas porque " el no
es feliz aquí".
• darle la mitad o el total de nuestras propiedades y posesiones
para que no se sienta inferior a nosotras.
• Proporcionarle un lugar donde vivir para que se sienta seguro.
• Permitir que abuse de nosotras emocionalmente porque "antes
nunca le dejaron expresar sus sentimientos".
• Encontrarle empleo
Esta es solamente una lista parcial de las maneras en que tratamos de
ayudar. Rara vez cuestionamos lo apropiado de nuestras acciones a
favor de él. De hecho gastamos mucho tiempo y energías tratando de
idear nuevos enfoques que podrían funcionar mejor que los que ya
hemos probado.
6- Acostumbrada a la falta de amor en las relaciones personales, usted
está dispuesta a esperar, conservar esperanzas y esforzarse más para
complacer.
Si otra persona con antecedentes distintos se encontrara en nuestras
circunstancias, sería capaz de decir: “Esto es horrible. No seguiré
haciéndolo más.”
Pero nosotras suponemos que, si no da resultado y no somos felices, hay
algo que no hemos hecho bien. Vemos cada matiz de conducta como
algo que quizás indique que nuestra pareja finalmente está cambiando.
Vivimos con la esperanza de que mañana sea diferente. Esperar que él
cambie en realidad es más cómodo que cambiar nosotras y nuestra
propia vida.
7- Está dispuesta a aceptar mucho más del cincuenta por ciento de la
responsabilidad, la culpa y los reproches en cualquier relación.
A menudo aquellas que provenimos de hogares disfuncionales tuvimos
padres irresponsables, inmaduros y débiles. Crecimos con rapidez y nos
convertimos en pseudo adultas mucho tiempo antes de estar listas para
la carga que suponía ese papel. Pero también nos complacía el poder
que nos conferían nuestra familia y los demás. Ahora, como adultas,
creemos que depende de nosotras hacer que nuestras relaciones
funcionen bien, y a menudo formamos equipo con hombres
irresponsables que nos culpan y contribuyen a nuestra sensación de que
todo realmente depende de nosotras. Somos expertas en llevar esa
carga.
8- Su amor propio es críticamente bajo, y en el fondo, usted no cree
merecer la felicidad. En cambio, cree que debe ganarse el derecho de
disfrutar la vida.
Si nuestros padres no nos encuentran dignas de su amor y atención,
¿cómo podemos creer que realmente somos buenas personas? Muy
pocas mujeres que aman demasiado tienen la convicción, en el centro
de su ser, de que merecen amar y ser amadas simplemente porque
existen. En cambio, creemos que albergamos terribles defectos y fallas y
que debemos hacer buenas obras para compensarlos. Vivimos
sintiéndonos culpables por tener esas deficiencias y temerosas de que
nos descubran. Nos esforzamos mucho en tratar de parecer buenas,
porque no creemos serlo.
9- Necesita con desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones,
debido a la poca seguridad que experimentó en la niñez. Disimula sus
esfuerzos por controlar a la gente y las situaciones bajo la apariencia de
“ser útil”.
Al vivir en cualquiera de los tipos más caóticos de familia disfuncional,
como una familia alcohólica, violenta e incestuosa, es inevitable que
una niña sienta pánico por la falta de control de la familia. No puede
contar con las personas de las que depende porque están demasiado
enfermas para protegerla. De hecho, a menudo esa familia constituye
una fuente de amenazas y daños más que la fuente de seguridad y
protección que ella necesita. Debido a que esa clase de experiencia es
tan abrumadora, tan devastadora, aquellas que hemos sufrido en esa
forma buscamos cambiar posiciones, por así decirlo. Al ser fuertes y útiles
para los demás, nos protegemos del pánico que surge al estar a
merced de otro. Necesitamos estar con gente a quien podamos
ayudar, a fin de sentirnos seguras y bajo control.
10- En una relación, está mucho más en contacto con su sueño de
cómo podría ser, que con la realidad de la situación.
Cuando amamos demasiado vivimos en un mundo de fantasía, donde
el hombre con quien somos tan infelices o estamos tan insatisfechas, se
transforma en lo que estamos seguras de que puede llegar a ser, y en lo
que se convertirá con nuestra ayuda. Dado que sabemos tan poco
cómo es ser feliz en una relación y tenemos muy poca experiencia en el
hecho de que alguien a quien queremos satisfaga nuestras necesidades
emocionales, ese mundo de ensueño es lo máximo que nos atrevemos
a acercarnos para tener lo que queremos. Si ya tuviéramos a un hombre
que fuera todo lo que quisiéramos, ¿para qué nos necesitaría? Y todo
ese talento (y compulsión) para ayudar no tendría dónde operar. Una
parte importante de nuestra identidad estaría desempleada. Por eso
elegimos un hombre que no es lo que queremos…y seguimos soñando.
11- Es adicta a los hombres y al dolor emocional.
Según las palabras de Stanton Peele, autor de Amor y adicción: “Una
experiencia adictiva es aquella que absorbe la conciencia de una
persona y, al igual que los analgésicos, alivia su sensación de ansiedad y
dolor. Quizá no haya nada tan bueno para absorber nuestra conciencia
como una relación amorosa de cierta clase. Una relación adictiva se
caracteriza por un deseo de tener la presencia tranquilizadora de otra
persona. ..El segundo criterio es que disminuye la capacidad de una
persona para prestar atención a otros aspectos de su vida y para
ocuparse de los mismos”.
Usamos nuestra obsesión con los hombres a quienes amamos para
evitar nuestro dolor, vacío, miedo y furia. Usamos nuestras relaciones
como drogas, para evitar experimentar lo que sentiríamos si nos
ocupáramos de nosotras mismas. Cuanto más dolorosas son nuestras
interacciones con nuestro hombre, mayor es la distracción que nos
proporcionan. Una relación verdaderamente horrible cumple para
nosotras la misma función que una droga fuerte. No tener un hombre en
quien concentrarnos es como suspender el consumo de una droga, a
menudo con muchos de los mismos síntomas físicos y emocionales que
acompañan la verdadera suspensión de una droga: náuseas, sudor,
escalofríos, temblor, ansiedad, una forma obsesiva de pensar,
depresión, imposibilidad de dormir, pánico y ataques de angustia. En un
esfuerzo por aliviar esos síntomas, volvemos a nuestra última pareja o
buscamos una nueva con desesperación.
12- Es probable que usted esté predispuesta emocionalmente, y a
menudo, químicamente, para volverse adicta a las drogas, al alcohol
y/o a ciertas comidas, en particular los dulces.
Esto se aplica especialmente a muchas mujeres que aman demasiado
que son hijas de adictos a cierta sustancia. Todas las mujeres que aman
demasiado cargan con la acumulación emocional de experiencias que
podrían llevarlas a abusar de sustancias que alteran la mente a fin de
escapar de sus sentimientos. Pero los hijos de padres adictos tienden a
heredar una predisposición genética de desarrollar sus propias
adicciones.
Tal vez porque el azúcar refinado es casi idéntico en su estructura
molecular al alcohol etílico, muchas hijas de alcohólicos desarrollan una
adicción a ella y adquieren una forma compulsiva de comer. El azúcar
refinado no es una comida, sino una droga. No tiene valor alimenticio;
sólo calorías vacías. Puede alterar en forma dramática la química
cerebral y es una sustancia altamente adictiva para mucha gente.
13- Al verse atraída hacia personas que tienen problemas por resolver, o
involucrada en situaciones que son caóticas, inciertas y
emocionalmente dolorosas, usted evita concentrarse en su
responsabilidad para consigo misma.
Si bien somos muy buenas para intuir lo que otra persona siente, o para
descubrir lo que otra persona necesita o debería hacer, no estamos en
contacto con nuestros propios sentimientos y somos incapaces de
tomar decisiones acertadas en aspectos importantes de nuestra vida
que son problemáticos para nosotras. A menudo no sabemos en
realidad quienes somos, y el hecho de estar enredadas en problemas
dramáticos nos impide tener que detenernos a averiguarlo.
Nada de esto significa que no podamos emocionarnos. Podemos llorar
y gritar y aullar. Pero no somos capaces de usar nuestras emociones
para guiarnos en la tarea de tomar las decisiones necesarias e
importantes en nuestra vida.
14- Es probable que usted tenga una tendencia a los episodios
depresivos, los cuales trata de prevenir por medio de la excitación que
le proporciona una relación inestable.
Un ejemplo: una de mis pacientes, que tenía antecedentes de
depresión y estaba casada con un alcohólico, comparaba la vida con
él a tener un accidente automovilístico todos los días. Los terribles
altibajos, las sorpresas, las maniobras, lo imprevisible, y la inestabilidad
de la relación presentaban en forma acumulativa una conmoción
constante y diaria para su sistema. Si usted alguna vez tuvo un
accidente automovilístico en el cual no sufrió heridas graves, quizás
haya experimentado una sensación de euforia un día o dos después del
accidente. Eso se debe a que su cuerpo sufrió una conmoción extrema
y de pronto tuvo cantidades inusualmente altas de adrenalina. Esa
adrenalina explica la euforia. Si usted es alguien que lucha con la
depresión, inconscientemente buscará situaciones que la mantengan
excitada, en1.-Típicamente, usted proviene de un hogar disfuncional que no satisfizo
sus necesidades emocionales.
Tal vez la mejor manera de enfocarla comprensión de esta
característica sea comenzar por la segunda mitad de la frase:"...no
satisfizo sus necesidades emocionales". Por necesidades emocionales no
entendemos únicamente las necesidades de amor y atención. Si bien
ese aspecto es muy importante, más crítico resulta aún es el hecho de
que sus percepciones y sentimientos hayan sido, en su mayor parte,
ignorados o negados en lugar de aceptados y valorados.-Un ejemplo:
Los padres están peleando. La hija tiene miedo. La hija pregunta a la
madre:"Porque estas enojada con papá?. La madre le responde: "No
estoy enojada", pero se ve furiosa y perturbada. Ahora la hija se siente
confundida, más temerosa y dice:"yo te oí gritar". La madre responde,
enfadada. "Te dije que no estoy enojada, pero lo estaré si insistes con
esto!". Ahora la hija siente miedo, confusión, culpa y enojo. Su madre ha
implicado que sus percepciones no son correctas, pero si eso es verdad,
de donde provienen esos sentimientos de miedo? Ahora la niña debe
elegir entre saber que tiene razón y que su madre le ha mentido
deliberadamente, o pensar que se equivoca en lo que oye, ve y siente.
A menudo se conforma con la confusión y deja de expresar sus
percepciones para no tener que experimentar la aflicción de que se las
invaliden.
Eso deteriora la capacidad de una niña de confiar en si misma y en sus
percepciones, tanto en la niñez como en la edad adulta,
especialmente en las relaciones cercanas.
La necesidad de afecto también puede ser negada o satisfecha en
forma insuficiente. Cuando los padres están peleando o atrapados en
otro tipo de luchas, es probable que quede poco tiempo y atención
para los hijos. Eso hace que la niña sienta hambre de amor y, al mismo
tiempo, no sepa como confiarlo o aceptarlo y se sienta in merecedora
de el.
Ahora bien, en cuanta a la primera parte de la característica- provenir
de un hogar disfuncional- los hogares disfuncionales son aquellos en que
se dan uno o más de los rasgos siguientes:
• Abuso de alcohol y/o drogas(prescriptas o ilegales)
• Conductas compulsivas como, por ejemplo, una forma
compulsiva de comer, trabajar, limpiar, jugar, gastar, hacer dieta,
hacer gimnasia, etc, estás practicas son conductas adictivas,
además de procesos de enfermedad progresivos. Entre muchos
de sus efectos, alteran y evitan el contacto sincero y la intimidad
en una familia.
• Maltrato del cónyuge y/o los hijos
• Conducta sexual inapropiada por parte de unos de los
progenitores para con un hijo o hija, desde seducción hasta el
incesto.
• Discusiones o tensión constante.
• Lapsos prolongados en que los padres rehúsan a hablarse.
• Padres que tienen actitudes o principios opuestos o que exhiben
conductas contradictorias que compiten por la lealtad de los
hijos.
• Padres que compiten entre si o con los hijos.
• Uno de los progenitores no puede relacionarse con los demás
miembros de la familia y por eso les evita activamente, al tiempo
que les culpa por esa efusividad.
• Rigidez extrema con respecto al dinero, religión, trabajo, el uso del
tiempo, las demostraciones de afecto, el sexo, la televisión, el
trabajo de la casa, los deportes, la política, etc. Una obsesión por
alguno de estos temas puede impedir el contacto y la intimidad,
porque el énfasis no se coloca en relacionarse sino en acatar
reglas.
Si uno de los progenitores exhibe alguno de estos tipos de conducta u
obsesiones, resulta perjudicial para el hijo.
Si ambos padres están atrapados en alguna de esas prácticas
nocivas, los resultados pueden ser más perjudiciales aún. A menudo los
padres practican tipos de patologías complementarios. Por ejemplo,
una persona alcohólica a menudo se casa con otra que come
compulsivamente, y entonces cada uno lucha por controlar la adicción
del otro. Con frecuencia, los padres también se equilibran mutuamente
en formas dañinas, cuando una madre abrumadora y sobre protectora
está casada con un padre irascible que tiende al rechazo, en realidad
las actitudes y la conducta de cada uno de ellos inducen al otro a
continuar relacionándose con los hijos en forma destructiva.
Las familias disfuncionales presentan muchos estilos y variedades,
pero todas comparten un mismo efecto sobre los hijos que crecen en
ellas: esos hijos sufren cierto grado de daño en su capacidad de sentir y
relacionarse.
2.-Habiendo recibido poco afecto, usted trata de compensar
indirectamente esa necesidad insatisfecha proporcionando afecto,
especialmente a hombres que aparecen, de alguna
manera necesitados.
Piense en como se comportan las criaturas, especialmente las
niñas, cuando les falta amor y la atención que quieren y necesitan.
Mientras que un varón puede enfadarse y reaccionar con una
conducta destructiva y pelear, en una niña es más frecuente que
desvíe su atención hacia una muñeca preferida. La acuna y la mima; al
identificarse con ella en algún nivel, esa niñita esta haciendo un
esfuerzo indirecto para recibir el afecto y la atención que necesita. Al
llegar a adultas, las mujeres que aman demasiado hacen algo muy
similar, solo que tal vez en forma ligeramente más sutil. En general nos
convertimos en personas que proporcionamos afecto en la mayoría de
las áreas de nuestra vida, si no en todas.
Las mujeres que provienen de hogares disfuncionales (y
especialmente, las que provienen de hogares de alcohólicos)se
encuentran en gran cantidad en las profesiones asistenciales,
trabajando como enfermeras, consejeras, terapeutas y asistentes
sociales. Nos vemos atraídos hacia los necesitados, nos identificamos
con compasión con su dolor y tratamos de aliviarlos para poder
disminuir el nuestro. El hecho de que los hombres que más nos atraen
sean aquellos que parecen más necesitados tiene sentido si
entendemos que la raíz de esa atracción es nuestro propio deseo de ser
amadas.
Un hombre que nos atraiga no necesariamente tiene que estar en
banca rota o tener mala salud. Quizá sea incapaz de relacionarse bien
con los demás, o puede ser frío y desenamorado, obstinado o egoísta,
malhumorado o melancólico. Tal vez sea un poco rebelde o
irresponsable, o incapaz de comprometerse o de ser fiel. O quizá nos
diga que nunca ha podido amar a nadie. Según nuestros propios
antecedentes, responderemos a distintas variedades de necesidad.
Pero sin duda responderemos, con la convicción de que ese hombre
necesita nuestra ayuda, nuestra compasión y nuestra sabiduría para
mejorar su vida.
3.- Debido a que usted nunca pudo convertir a su(s) progenitor(s) en los
seres atentos y cariñosos que usted ansiaba, reacciona profundamente
ante la clase de hombres inaccesibles a quien puede volver a intentar
cambiar, por medio de su amor.
Quizá su lucha haya sido con uno solo de sus padres, quizá con ambos.
Pero lo que haya estado mal, haya faltado o haya sido doloroso en el
pasado es lo que usted esta tratando de corregir en el presente.
Ahora comienza a ser evidente que ocurre algo muy nocivo y frustrante.
Sería bueno que trasladáramos toda nuestra compasión, nuestro apoyo
y comprensión a relaciones con hombres sanos, hombres con quienes
hubiera alguna esperanza de satisfacer nuestras propias necesidades.
Pero no nos atraen los hombres sanos que podrían darnos lo que
necesitamos. Nos parecen aburridos. Nos atraen los hombres que
reproducen la lucha que soportamos con nuestros padres, cuando
tratábamos de ser lo suficientemente dignas, útiles, buenas, cariñosas e
inteligentes para ganarnos su amor, la atención y la aprobación de
aquellos que no podían darnos lo que necesitábamos debido a sus
propios problemas y preocupaciones. Ahora funcionamos como si el
amor, la atención y la aprobación no tuvieran importancia a menos que
tratáramos de obtenerlo de un hombre que también es incapaz de
dárnoslo, debido a sus propios problemas y preocupaciones.
4.- Como la aterra la idea de que la abandonen, hace cualquier cosa
para evitar que una relación se disuelva.
"Abandono" es una palabra muy fuerte, implica ser dejadas,
posiblemente morir, porque quizá no podamos sobrevivir solas. Hay
abandono literal y abandono emocional. Todas las mujeres que aman
demasiado han experimentado por lo menos un profundo abandono
emocional con todo el vacío y el terror que eso implica. Como adultas,
el hecho de ser abandonas por un hombre que representa en tantos
aspectos a aquellas personas que nos abandonaron primero, hace
aflorar una vez más ese terror. Claro que haríamos cualquier cosas por
evitar sentir eso otra vez. Esto nos lleva a la siguiente característica.
5.- Casi ninguna cosa es demasiado problemática, o tarde demasiado
tiempo o es demasiado costosa si "ayuda" al hombre con quien usted
esta involucrada.-
La teoría que subyace a toda esa ayuda, si da resultado, el hombre se
convertirá en todo lo que usted necesita que sea, lo cual significa que
usted ganará esa lucha para obtener lo que ha deseado durante tanto
tiempo.
Por eso, mientras que a menudo somos frugales e incluso austeras para
con nosotras mismas, llegaremos a cualquier extremo para ayudarlo a
él. Alguno de nuestros esfuerzos por él incluyen los siguientes:
• Comprarle ropa para mejorar la imagen que tiene de si mismo.
• Encontrarle terapeuta y rogarle que vaya a verlo.
• Financiar hobbies costoso para ayudarlo a aprovechar mejor su
tiempo
• Soportar perturbadoras reubicaciones geográficas porque " el no
es feliz aquí".
• darle la mitad o el total de nuestras propiedades y posesiones
para que no se sienta inferior a nosotras.
• Proporcionarle un lugar donde vivir para que se sienta seguro.
• Permitir que abuse de nosotras emocionalmente porque "antes
nunca le dejaron expresar sus sentimientos".
• Encontrarle empleo
Esta es solamente una lista parcial de las maneras en que tratamos de
ayudar. Rara vez cuestionamos lo apropiado de nuestras acciones a
favor de él. De hecho gastamos mucho tiempo y energías tratando de
idear nuevos enfoques que podrían funcionar mejor que los que ya
hemos probado.
6- Acostumbrada a la falta de amor en las relaciones personales, usted
está dispuesta a esperar, conservar esperanzas y esforzarse más para
complacer.
Si otra persona con antecedentes distintos se encontrara en nuestras
circunstancias, sería capaz de decir: “Esto es horrible. No seguiré
haciéndolo más.”
Pero nosotras suponemos que, si no da resultado y no somos felices, hay
algo que no hemos hecho bien. Vemos cada matiz de conducta como
algo que quizás indique que nuestra pareja finalmente está cambiando.
Vivimos con la esperanza de que mañana sea diferente. Esperar que él
cambie en realidad es más cómodo que cambiar nosotras y nuestra
propia vida.
7- Está dispuesta a aceptar mucho más del cincuenta por ciento de la
responsabilidad, la culpa y los reproches en cualquier relación.
A menudo aquellas que provenimos de hogares disfuncionales tuvimos
padres irresponsables, inmaduros y débiles. Crecimos con rapidez y nos
convertimos en pseudo adultas mucho tiempo antes de estar listas para
la carga que suponía ese papel. Pero también nos complacía el poder
que nos conferían nuestra familia y los demás. Ahora, como adultas,
creemos que depende de nosotras hacer que nuestras relaciones
funcionen bien, y a menudo formamos equipo con hombres
irresponsables que nos culpan y contribuyen a nuestra sensación de que
todo realmente depende de nosotras. Somos expertas en llevar esa
carga.
8- Su amor propio es críticamente bajo, y en el fondo, usted no cree
merecer la felicidad. En cambio, cree que debe ganarse el derecho de
disfrutar la vida.
Si nuestros padres no nos encuentran dignas de su amor y atención,
¿cómo podemos creer que realmente somos buenas personas? Muy
pocas mujeres que aman demasiado tienen la convicción, en el centro
de su ser, de que merecen amar y ser amadas simplemente porque
existen. En cambio, creemos que albergamos terribles defectos y fallas y
que debemos hacer buenas obras para compensarlos. Vivimos
sintiéndonos culpables por tener esas deficiencias y temerosas de que
nos descubran. Nos esforzamos mucho en tratar de parecer buenas,
porque no creemos serlo.
9- Necesita con desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones,
debido a la poca seguridad que experimentó en la niñez. Disimula sus
esfuerzos por controlar a la gente y las situaciones bajo la apariencia de
“ser útil”.
Al vivir en cualquiera de los tipos más caóticos de familia disfuncional,
como una familia alcohólica, violenta e incestuosa, es inevitable que
una niña sienta pánico por la falta de control de la familia. No puede
contar con las personas de las que depende porque están demasiado
enfermas para protegerla. De hecho, a menudo esa familia constituye
una fuente de amenazas y daños más que la fuente de seguridad y
protección que ella necesita. Debido a que esa clase de experiencia es
tan abrumadora, tan devastadora, aquellas que hemos sufrido en esa
forma buscamos cambiar posiciones, por así decirlo. Al ser fuertes y útiles
para los demás, nos protegemos del pánico que surge al estar a
merced de otro. Necesitamos estar con gente a quien podamos
ayudar, a fin de sentirnos seguras y bajo control.
10- En una relación, está mucho más en contacto con su sueño de
cómo podría ser, que con la realidad de la situación.
Cuando amamos demasiado vivimos en un mundo de fantasía, donde
el hombre con quien somos tan infelices o estamos tan insatisfechas, se
transforma en lo que estamos seguras de que puede llegar a ser, y en lo
que se convertirá con nuestra ayuda. Dado que sabemos tan poco
cómo es ser feliz en una relación y tenemos muy poca experiencia en el
hecho de que alguien a quien queremos satisfaga nuestras necesidades
emocionales, ese mundo de ensueño es lo máximo que nos atrevemos
a acercarnos para tener lo que queremos. Si ya tuviéramos a un hombre
que fuera todo lo que quisiéramos, ¿para qué nos necesitaría? Y todo
ese talento (y compulsión) para ayudar no tendría dónde operar. Una
parte importante de nuestra identidad estaría desempleada. Por eso
elegimos un hombre que no es lo que queremos…y seguimos soñando.
11- Es adicta a los hombres y al dolor emocional.
Según las palabras de Stanton Peele, autor de Amor y adicción: “Una
experiencia adictiva es aquella que absorbe la conciencia de una
persona y, al igual que los analgésicos, alivia su sensación de ansiedad y
dolor. Quizá no haya nada tan bueno para absorber nuestra conciencia
como una relación amorosa de cierta clase. Una relación adictiva se
caracteriza por un deseo de tener la presencia tranquilizadora de otra
persona. ..El segundo criterio es que disminuye la capacidad de una
persona para prestar atención a otros aspectos de su vida y para
ocuparse de los mismos”.
Usamos nuestra obsesión con los hombres a quienes amamos para
evitar nuestro dolor, vacío, miedo y furia. Usamos nuestras relaciones
como drogas, para evitar experimentar lo que sentiríamos si nos
ocupáramos de nosotras mismas. Cuanto más dolorosas son nuestras
interacciones con nuestro hombre, mayor es la distracción que nos
proporcionan. Una relación verdaderamente horrible cumple para
nosotras la misma función que una droga fuerte. No tener un hombre en
quien concentrarnos es como suspender el consumo de una droga, a
menudo con muchos de los mismos síntomas físicos y emocionales que
acompañan la verdadera suspensión de una droga: náuseas, sudor,
escalofríos, temblor, ansiedad, una forma obsesiva de pensar,
depresión, imposibilidad de dormir, pánico y ataques de angustia. En un
esfuerzo por aliviar esos síntomas, volvemos a nuestra última pareja o
buscamos una nueva con desesperación.
12- Es probable que usted esté predispuesta emocionalmente, y a
menudo, químicamente, para volverse adicta a las drogas, al alcohol
y/o a ciertas comidas, en particular los dulces.
Esto se aplica especialmente a muchas mujeres que aman demasiado
que son hijas de adictos a cierta sustancia. Todas las mujeres que aman
demasiado cargan con la acumulación emocional de experiencias que
podrían llevarlas a abusar de sustancias que alteran la mente a fin de
escapar de sus sentimientos. Pero los hijos de padres adictos tienden a
heredar una predisposición genética de desarrollar sus propias
adicciones.
Tal vez porque el azúcar refinado es casi idéntico en su estructura
molecular al alcohol etílico, muchas hijas de alcohólicos desarrollan una
adicción a ella y adquieren una forma compulsiva de comer. El azúcar
refinado no es una comida, sino una droga. No tiene valor alimenticio;
sólo calorías vacías. Puede alterar en forma dramática la química
cerebral y es una sustancia altamente adictiva para mucha gente.
13- Al verse atraída hacia personas que tienen problemas por resolver, o
involucrada en situaciones que son caóticas, inciertas y
emocionalmente dolorosas, usted evita concentrarse en su
responsabilidad para consigo misma.
Si bien somos muy buenas para intuir lo que otra persona siente, o para
descubrir lo que otra persona necesita o debería hacer, no estamos en
contacto con nuestros propios sentimientos y somos incapaces de
tomar decisiones acertadas en aspectos importantes de nuestra vida
que son problemáticos para nosotras. A menudo no sabemos en
realidad quienes somos, y el hecho de estar enredadas en problemas
dramáticos nos impide tener que detenernos a averiguarlo.
Nada de esto significa que no podamos emocionarnos. Podemos llorar
y gritar y aullar. Pero no somos capaces de usar nuestras emociones
para guiarnos en la tarea de tomar las decisiones necesarias e
importantes en nuestra vida.
14- Es probable que usted tenga una tendencia a los episodios
depresivos, los cuales trata de prevenir por medio de la excitación que
le proporciona una relación inestable.
Un ejemplo: una de mis pacientes, que tenía antecedentes de
depresión y estaba casada con un alcohólico, comparaba la vida con
él a tener un accidente automovilístico todos los días. Los terribles
altibajos, las sorpresas, las maniobras, lo imprevisible, y la inestabilidad
de la relación presentaban en forma acumulativa una conmoción
constante y diaria para su sistema. Si usted alguna vez tuvo un
accidente automovilístico en el cual no sufrió heridas graves, quizás
haya experimentado una sensación de euforia un día o dos después del
accidente. Eso se debe a que su cuerpo sufrió una conmoción extrema
y de pronto tuvo cantidades inusualmente altas de adrenalina. Esa
adrenalina explica la euforia. Si usted es alguien que lucha con la
depresión, inconscientemente buscará situaciones que la mantengan
excitada, en forma muy similar al accidente automovilístico ( o al
matrimonio con un alcohólico), a fin de mantenerse demasiado
eufórica para deprimirse.
La depresión, el alcoholismo y los desórdenes en la comida están
estrechamente relacionados y parecen tener una conexión genética.
Por ejemplo, la mayoría de las anoréxicas con quienes he trabajado y
muchas de mis pacientes con problemas de depresión tenían por lo
menos un progenitor alcohólico. Si usted proviene de una familia
alcohólica, tiene doble probabilidad de tener problemas de depresión,
debido a su pasado y a su herencia genética. Es irónico, pero la
excitación de una relación con alguien que padezca esa enfermedad
puede ejercer una fuerte atracción en usted.
15-No la atraen los hombres que son amables, estables, confiables y
que se interesan por usted. Esos hombres “agradables” le parecen
aburridos.
El hombre inestable nos resulta excitante; el hombre que no es
confiable nos parece un desafío; el hombre imprevisible, romántico; el
hombre inmaduro, encantador; el hombre malhumorado, misterioso. El
hombre furioso necesita nuestra comprensión. El hombre desdichado
necesita nuestro consuelo. El hombre inadecuado necesita nuestro
aliento, y el hombre frío necesita nuestra calidez. Pero no podemos
“arreglar” a un hombre que está bien tal como es, y si es amable y nos
quiere tampoco podemos sufrir. Lamentablemente, si no podemos amar
demasiado a un hombre, por lo general, no podemos amarlo.
forma muy similar al accidente automovilístico ( o al
matrimonio con un alcohólico), a fin de mantenerse demasiado
eufórica para deprimirse.
La depresión, el alcoholismo y los desórdenes en la comida están
estrechamente relacionados y parecen tener una conexión genética.
Por ejemplo, la mayoría de las anoréxicas con quienes he trabajado y
muchas de mis pacientes con problemas de depresión tenían por lo
menos un progenitor alcohólico. Si usted proviene de una familia
alcohólica, tiene doble probabilidad de tener problemas de depresión,
debido a su pasado y a su herencia genética. Es irónico, pero la
excitación de una relación con alguien que padezca esa enfermedad
puede ejercer una fuerte atracción en usted.
15-No la atraen los hombres que son amables, estables, confiables y
que se interesan por usted. Esos hombres “agradables” le parecen
aburridos.
El hombre inestable nos resulta excitante; el hombre que no es
confiable nos parece un desafío; el hombre imprevisible, romántico; el
hombre inmaduro, encantador; el hombre malhumorado, misterioso. El
hombre furioso necesita nuestra comprensión. El hombre desdichado
necesita nuestro consuelo. El hombre inadecuado necesita nuestro
aliento, y el hombre frío necesita nuestra calidez. Pero no podemos
“arreglar” a un hombre que está bien tal como es, y si es amable y nos
quiere tampoco podemos sufrir. Lamentablemente, si no podemos amar
demasiado a un hombre, por lo general, no podemos amarlo.
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