by Pamela Méndez & Sugey Urbina
Los errores de pensamiento o distorsiones cognitivas son malos hábitos de pensamiento con los que constantemente interpretamos la realidad, de forma que nos causa problemas.
Conocer los errores cognitivos más frecuentes que cometemos nos ayudará a comprender que no siempre la realidad es como uno la cree. Esto nos permitirá desarrollar pensamientos más objetivos, racionales y positivos. Aquí los principales errores de pensamiento
– Pensamiento Dicotómico: Ver las cosas como blancas o negras, falsas o verdaderas. No se percibe que estos conceptos son sólo los extremos de un continuo. Suelen utilizar palabras tales como, siempre, nunca, jamás, todo, nada, etc.
– Sobregeneralización: Ver un simple suceso negativo como un modelo de derrota o de frustración que nunca acabará. – Abstracción selectiva: Poner la atención de una situación solo en un detalle concreto, sacándola de su contexto, e ignorando otros hechos más importantes correspondientes a la misma situación.
– Descalificación de las Experiencias Positivas: Por alguna razón no se tienen en cuenta las experiencias positivas y se mantiene una creencia negativa que realmente no está basada en la experiencia diaria. No puede disfrutar sintiéndose bien porque se piensa que el estado posterior es sentirse mal. Se llega al extremo de experimentar culpabilidad por sentirse bien.
–Inferencia arbitraria: Ver las experiencias como negativas, exista o no evidencia a favor.
- Adivinación del pensamiento: Decidir que los demás están pensando mal de uno sin tener evidencia alguna de ello.
El error de adivinar el futuro: Esperar que las cosas salgan mal, que los sucesos sean negativos, sin permitirse la posibilidad de que puedan ser neutrales o positivos.
– Magnificación y/o Minimización: Magnificar sus errores y los éxitos de los demás. Minimizar sus éxitos y los errores de los otros.
– Razonamiento emocional: Asumir que sus sentimientos negativos son el resultado de que las cosas son negativas. Si se siente mal, esto significa que su situación real es mala.
– “Debería”: Intentar mejorarse a sí mismo con “debería….”, “tendría que….”, “debo hacerlo mejor”, “debo tener una buena razón para decir no”, etc. La consecuencia emocional de estos pensamientos es la culpa, la ira y el resentimiento. Utiliza los “debería” en vez de “me gustaría”. – Etiquetación: Es una sobregeneralización mayor. Cuando se equivoca dice “Soy una persona muy estúpida”. Cuando no consigue algo que quiere se dice “Soy un perdedor”. Se refiere a los sucesos con un lenguaje cargado emocionalmente. Al usar etiquetas se incluyen, o están implícitas, muchas características que no son aplicables a esa persona. – Personalización: Verse a sí mismo como la causa de algunos sucesos externos desafortunados o desagradables, de los que el sujeto no es responsable. – Visión Catastrófica: Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para los intereses personales, o colocarse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo.
Existe una relación importante entre las distorsiones cognitivas y los trastornos de estado de ánimo...
como la depresión, además de otro tipo de conflictos. Por eso es importante su reconocimiento y el trabajo para disminuir el impacto que estas distorsiones tienen en nuestra persona y nuestras relaciones con los demás. Todas las personas presentan distorsiones de algún modo, pero ello no tiene porque conllevar un problema. Es cuando estas nos producen rigidez en nuestra forma de pensar, así como cuando nos generan situaciones negativas, cuando debemos prestar atención a las mismas
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