by Pamela Méndez
Hay muchos de estos sujetos encubiertos en el "amor" ...Estos individuos no tienen dificultad al momento de solicitar que dejes a un lado tus necesidades por el bien de todos. Son personas que, al obtener lo que querían de ti, no se sienten satisfechas.
Son muy hábiles haciendo que dudes de tus capacidades sintiéndote vulnerable o por debajo de los demás.
La capacidad que tienen para distorsionar las creencias ajenas les fortalece en el momento de atraerte hacia su campo de juego, haciendo dudar a la persona que no puede hacer algo o que lo debería hacer a su manera puesto que es él quien sabe cómo van las cosas. Su fortaleza radica en el chantaje, maneja a la persona produciendo un sentimiento de culpabilidad, una culpa que da pie a que termine cediendo a sus deseos. El manipulador crea a propósito un desequilibrio de poder que le permite tener todo a su favor y explotar a la otra persona, pero lo hace sin que sea evidente para la otra persona. Utiliza la mentira de forma inteligente e incluso pueda a veces negar cosas que ha dicho, confundiendo al otro. Con el tiempo la persona manipulada acaba por llevar una vida que no es la que desea, sin darse cuenta, se pone a costa del manipulador, poniendo por encima a la otra persona frente a las propias necesidades e intereses personales. Suelen ser egoístas y tener un evidente falta de habilidades sociales, suelen tener poca asertividad. Son inseguros, se sienten incómodos en todo tipo de relaciones (laborales, de pareja de amistad) Esto les lleva a ser rígidos, juzgar a los demás, y hacer ver que sólo ellos tienen la razón o la verdad absoluta. Son ellos contra el mundo y quien no piensa como ellos o se adapta a sus deseos es desvalorizado.
Se les caracteriza por una baja tolerancia a la frustración. Cada vez que experimentan situaciones que consideran que les frustran reaccionan con rabia, se ponen alerta y atacan desde la intolerancia, la crítica destructiva o incluso la agresividad física y verbal si se sienten amenazados. Nunca tendrá suficiente, siempre pedirá más sin límite. El manipulador satisface su propio ego a través de la manipulación de su víctima, sentir que tiene al otro a su disposición o doblegarlo le hace sentir poderoso. Utiliza a los demás para lograr sus fines cada vez que puede, el manipulador no suele dejar libre a sus presas, sino que intenta sacarle provecho a su víctima al máximo pidiendo sacrificios cada vez mayores.
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